La ruleta gira sin parar, gira hasta que la bola se vuelve majareta, se marea, sigue girando, rebota, hasta que finalmente cae redonda. Y seguramente piensa que ahí termina su función, pero esta vez se equivoca. Al abrir los ojos lentamente descubre que no sólo existe el rojo y el negro, hay mucho más. Colores tan extraños como el azul de Prusia, el violeta de cobalto o el siena tostado son un ejemplo de las combinaciones imposibles que se pueden conseguir con un pincel. La única herramienta que le falta para dar un giro de 180 grados es el valor. ¿Tú tienes valor?
viernes, 3 de diciembre de 2010
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