lunes, 13 de diciembre de 2010

Ni pianista ni modelo


Cuando era pequeña me lo creía todo, creía que se podía volar, creía que el Ratón Pérez coleccionaba dientes, creía que las nubes tenían sabor de algodón de azúcar, y hasta creía que si cerrabas la puerta 3 veces te aparecía en el espejo la cara del diablo. Pero el día que me contaron que Adán y Eva no existieron realmente, que era todo una metáfora, o sea, un cuento para explicarnos el pecado original, se me cayó el mundo encima.

Muchas veces me decían "tienes dedos de pianista". Y yo entonces me miraba las manos, quería tocar el piano, soñaba con eso. Recuerdo el piano de casa de Nuria y a su hermano tocándolo. Como me encapriché mucho mis padres me regalaron un piano, pero de juguete, el piano Casio de los Teleñecos de color amarillo. Con eso me conformé, fuí muy feliz con ese piano porque ponía el modo auto, sonaba solo, y yo hacía creer a la gente que lo tocaba yo. Una farsa en toda regla, pero le tengo tanto cariño a ese piano que nunca lo tiré.

A medida que iba creciendo, y os puedo asegurar que crecía más rápido de lo normal, todo el mundo me decía, "con lo alta eres, seguro que de mayor serás modelo". Entonces yo me miraba los pies, las piernas y el cuerpo entero delante del espejo y me ponía los zapatos y la ropa de mi madre, por supuesto me pinturreaba también malamente y comenzaba mi desfile por la habitación.
Sin embargo mi ropa siempre me quedaba corta y cada día me ponían una capa nueva de rodilleras de estas ovaladas de colores, que incluso se podían aprovechar recortando por la mitad, porque destrozaba el chandal jugando a matar.

-Mamá, quiero unos zapatos de charol. -No puede ser, no te duran nada. -Pero si es la ilusión de mi vida, todas las niñas los tienen y te prometo que los cuidaré mucho, que no me los pondré para jugar a matar, sólo los domingos. -Mira nenita, tú creces tan rápido que sólo vas a poder llevarlos dos o tres veces, y no merece la pena, con ese dinero te compro dos zapatillas y un chandal ¿lo comprendes?. Nunca contesté porque nunca lo comprendí. Así quedó la cosa, me quedé sin zapatos de charol y punto. Y aún me dura el sofoco, no te creas.

Puede parecros una tontería, pero esto se convirtió en un complejo, complejo de alta. El único partido que finalmente le saqué a mi estatura fué entrar en el mundo del basket. Desde el colegio me "ficharon" en el equipo del cole. Íbamos todos los sábados a jugar partidos y entre semana entrenábamos muchísimo pero nada profesional. Jugábamos por diversión porque eramos muy malas y muy gamberras, sobre todo Laia era la más bullera y siempre acabábamos pegándonos por su culpa con las pijas de otros colegios. Al ser la más alta siempre jugaba de pivot, al ser zurda entraba por la izquierda con mucha fuerza y normalmente metía muchas canastas. Teníamos la equipación, mejor dicho, un peto de tela de saco de pan de color azul clarito, que era muy ridículo.

Al entrar al instituto, me apunté a las pruebas para el equipo femenino y me cogieron por alta, porque muy buena no era, pero allí lo aprendí todo. El entrenador era un retaco y muy chuloplayas, se pensaba que entrenaba a los Lakers y su disciplina era de la NBA. Ganábamos bastantes partidos y llegamos a las finales. En un partido fallé un triple y me lo hizo pagar con sangre. Lo llegué a odiar, me castigó en el entrenamiento y me tuvo una hora dando saltos a la canasta, sin parar. Una hora enterita en la que me quise morir. Y ahí se terminó todo. Me lo encontré hace poco y lo vi exactamente igual, enano, sobervio y fanfarrón pero él creo que no me reconoció, porque yo sí he cambiado bastante, por suerte para mejor.

No he sido pianista, ni modelo, ni jugadora de baloncesto. ¡Mi gozo en un pozo! Siempre he saltado mucho, muy alto y lo seguiré haciendo. No me da miedo el ridículo, no me da miedo nada. Si hace falta me pondré de pintillas o volveré atrás para coger carrerilla o me impulsaré con una palanca de las que mueven el mundo, pero ahora tengo claro que saltaré hasta la luna y me la comeré a bocados. 

4 comentarios:

  1. yo también iba para modelo! fíjate, nos hubiéramos conocido igual :)

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  2. ole mi Iria! ni modelo ni jugadora de basket...pero si te hubieras planteado ser la increible persona que eres... jamas hubieras podido imaginar que lo lograrias con tantas creces!

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  3. gracias Moniketa, gracias Medea monamour! y mil gracias al anónimo! quién eres? no serás mi madre, no? mama?

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